miércoles, 20 de diciembre de 2006

Odio

Odio cada uno de los momentos en que he pensado que el montaje salvaría un proyecto mal concebido.

Odio cada uno de los trabajos concebidos por secuencias y no por tomas

Odio las entrevistas, las declaraciones y los coloquios

Odio los bustos parlantes a la cámara.

Odio la regla de los 3/4

Odio haber elogiado a un operador de cámara por grabar un plano bien compuesto

Odio cada uno de los planos que he insertado al ritmo de la música.

Odio cada uno de los momentos en los que he sido más honesto a mi empresa y al cliente que a mí mismo.

Odio haber contado con la colaboración de quien interesaba a mi empresa y no con la de quien realmente me interesaba

Odio las panorámicas. Y más las tipo 4,6,4

Odio haber perseguido el interés de mi empresa más que el mío propio.

Odio haber pensado en el espectador más que en mí mismo.

Odio enseñar y no aprender.

Odio mostrar y no crear.

Odio cada una de las horas que he dedicado de más a cada trabajo para hacerlo más correcto en vez de más perfecto.

Odio lo correcto.

Odio el equilibrio.

Odio cada uno de los planos que he insertado por ser correctos pero que no mostraban nada.

Odio cada uno de los planos que he cortado en el montaje para que no quedaran lentos.

Odio cada plano que he cortado en el montaje sin pensar si la tensión que contenía estaba anticipando al siguiente.

Odio cada uno de mis trabajos en los que la información de los contenidos prevalecía sobre la comunicación de mis intenciones.

Odio que la información tenga que estar por encima de la creación en un trabajo audiovisual.

Odio cada vez que he realizado un cambio en un trabajo por miedo a las consecuencias sobre mi empresa.

Odio haber afrontado todos los trabajos con el mismo entusiasmo.


-por PKK-
Agosto 03

No hay comentarios: