miércoles, 20 de diciembre de 2006

Dogma 2001


La idea de la que nace un documental de creación debe de contar con la pasión de su autor para poder tener el coraje de poder llevarlo a delante sin que se convierta en un trabajo de encargo.

El documental de creación nunca puede ser totalmente objetivo. El autor tiene que tomar partido y atender a sus consecuencias. Los hechos y la verdad siempre son subjetivos. Pretender lo contrario dará como resultado un trabajo poco contundente.

La idea que tiene el autor sobre un determinado documental se tiene que reflejar en la selección de los contenidos. Estos contenidos documentales y documentados son los que lógicamente marcarán el concepto de un trabajo documental. En teoría los contenidos seleccionados deben reflejar una verdad ... o unos hechos ..., pero como esto es imposible, en esa determinada selección de los contenidos (preproducción, guión y montaje) irá reflejada la intención partidista del autor y su idea de documental que pretende.

Una vez determinados los contenidos adecuados a la idea del autor esta tiene que ser reforzada por el enfoque del tratamiento. El enfoque es una cuestión de guión pero a la vez es una cuestión formal. Se puede hacer un documental sobre océanos solo con imágenes desde satélites. Se puede hacer un documental sobre la infancia contado por ancianos.

El documental de creación debe de contar siempre una historia. Una historia universal, que pueda llegar al mayor número de personas. Los contenidos podrán ser lineales o transversales, pero siempre deberán ser contados a través de una historia. Sin una historia que sustente los contenidos se podría terminar en un documental divulgativo. Si la historia termina simplemente contando los hechos, el documental se convertiría en un reportaje. Si además muestra la actualidad, sería una noticia. Estamos saturados de información. Una triste noticia nos hace llorar menos que una historia triste aunque las dos reflejen lo mismo.

La historia hay que romperla con una buena narración. La narración es la secuncialización de la historia y de los contenidos. Un buen documental tiene una buena historia. Si esta se rompe con una original narración, empezará a surgir un buen documental de creación. El silencio es narración. El ritmo de montaje es narración. La imagen es sobre todo narración. Secuencializar los contenidos es más difícil que secuencializar la historia que la sustenta. La narración sirve para ir mostrando los contenidos que una historia está soportando. Hay que pretender que unos espectadores sigan la narración de los contenidos pero habrá otros que se quedarán con la narración de la historia
Los contenidos serán originales, propios de ese único documental. El documental se hace para que trasciendan esos contenidos. Han sido documentados y se muestran en ese documental. Pero si el contenido es original o local, la historia tiene que ser universal. Esta tiene que ser atractiva, comprensible y motivadora para el mayor número de espectadores.

La narración debe “arrastrar hacia delante” la atención del espectador. La narración tiene una dirección que conduce al espectador desde un inicio desconocido hacia un final deseado. Cada secuencia debe aportar algo nuevo a la historia en la dirección correcta. En cada secuencia la narración debe mostrar al espectador un pequeño objetivo, hacia donde se dirige la historia general. El espectador debe seguir expectante en cada momento atento a como se resuelve esa secuencia que le estará aportando algo nuevo para prever el desenlace final de la historia.

Cada secuencia debe despertar el interés por presenciar la siguiente arrastrando hacia delante. El espectador debe intuir que se le lleva hacia algún sitio.

La sensación final que queda después de ver el documental es lo primero que perdurará en la memoria del espectador. La historia completa se perderá en la memoria. El orden narrativo se olvidará. Al final en el espectador solo perdurará una sensación, que durará más o menos tiempo. Una sensación que siempre le vendrá a la memoria cuando intente recordar el documental que ha visto. Crear esa sensación en el espectador y que coincida con la que pretende el autor es lo realmente complicado.

No hay comentarios: